Acabas de cenar y tienes ansiedad por seguir comiendo?

La ansiedad por la noche después de cenar. Esa sensación de que necesitamos comer algo más puede ser muy peligrosa y acabar arruinando nuestros buenos propósitos. Es peligrosa porque suele acabar en picoteos incontrolados de cosas muy calóricas y poco sanas y además lo comemos poco antes de irnos a la cama.

Generalmente esa ansiedad aparece cuando ya nos relajamos al final del día después de la cena y estamos viendo la tele…y nos apetecen cosas como galletas, snacks salados, helados, dulces….se trata de alimentos que asociamos con sensaciones reconfortantes todos muy dulces, muy salados o muy grasos.

En estos casos puede ser de utilidad hacer la prueba de la manzana. Pregúntate me apetece una manzana? SI la respuesta es no…no tienes ya hambre intenta distraer tu mente pensando en otra cosa.

Muchas veces lo que provoca esa ansiedad son cenas muy restrictivas y ligeras en la que eliminamos los hidratos de carbono generalmente con el pretexto de que vamos a dormir y no se queman. Recuerda que por la noche nuestro organismo también gasta energía, todo sigue funcionando igual el metabolismo basal gasta mucha energía…incluso en algunas personas igual que cuando están despierta porque pasan su día sentadas.

La comida nocturna también debe de llevar todo tipo de nutrientes para cubrir las necesidades del organismo durante el sueño.

También es importante diferenciar esa ansiedad por la comida de la sensación de sed. A veces confundimos esas sensaciones creemos que queremos comer algo y lo que necesitamos es beber. Así que primero bebe un buen vaso de agua o una infusión y espera 20-30 minutos, lo más probable es que la sensación de hambre haya desaparecido.

Si no hay manera de librarnos de esa sensación de ¨hambre¨después de la cena debemos de escoger buenos tentempiés que nos eviten aumentar de peso.

Un yogurt natural con una cucharada de postre de copos de avena.

Fruta…genial una manzana, es la más eficaz porque hay que masticarla mucho y lleva más tiempo comerla lo que aumenta la sensación de saciedad.

Podemos hacer chips de verduras y frutas al horno y guardarlos en un tarro para tenerlos para esas ocasiones: calabaza, boniato, calabacín, berenjena, remolacha, manzana, zanahorias….

También podemos comer un poco de jamón cocido o pavo.

No es hambre lo que tenemos…realmente acabamos de cenar hace muy poco tiempo. Es una sensación diferente. También es importante diferenciar estas dos sensaciones, aquí tenéis un cuadro que os puede ayudar a diferenciarlas, ya habíamos hablado del hambre emocional y real en esta otra entrada del Blog.

 

Recuerda que lo más seguro es que necesites reequilibrar tus cenas. Incorpora en ellas hidratos de carbono complejos de lenta absorción que eviten picos de glucosa son tan indispensables para nuestro organismo como las verduras y las proteínas.

Incorporarlos en la cantidad adecuada a tus necesidades energéticas, por supuesto sin pasarnos…una cosa es un poco de pasta integral como guarnición y otra comer para cenar un plato hasta arriba de espaguetis.

Puedes seguir la regla de la cuarta parte de tu plato: pasta y arroz integral, quínoa, pan integral de grano completo de verdad, una patata pequeña, boniato.

Introduce fibra en tu cena y verás cómo esa ansiedad por comer unas horas después de cenar disminuye e incluso desaparece.

Por supuesto que otra buena idea es mantener tu mente y tus manos activas. Mantente ocupada en algo que te distraiga después de cenar y así no seguirás pensando en comida.

Buenos y saludables días!!!

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